lunes, 12 de mayo de 2008

examen final

ORDENAMIENTO CRONOLÓGICO DE LOS HECHOS
La entrevista presenta una estructura alineal, por que dicha entrevista se hizo muchos años antes de su publicación, 8 años después de la entrevista se publico en Guatemala, en tres partes, por lo extensa de dicha entrevista, y en nuestros tiempos la revista ya desapareció.
Y en ordenamiento cronológico de la entrevista quedaría, Pablo Coelho tan amable y sencillo, luego algo incomodo, totalmente molesto por el tipo de preguntas que se le estaba haciendo José Luis Perdomo.
ACCIÓN PRINCIPAL
La falta de preparación de José Luis Perdomo ante la entrevista Pablo Coelho y a la cual Pablo comprendió y fue tan sencillo en responder todo lo que se le pregunto.

ORDENAMIENTO LÓGICO
Como inicia la entrevista. La entrevista inicia con toda sencillez
Porque que cambia Se comienza a poner incomodo por el tipo de preguntas que se le están haciendo
Como termina termina, muy incomodo y ya no esta poniendo atención a las preguntas que se le hacia y respondía tosco.
PROGRAMA NARRATIVO
El programa narrativo que se desarrolla en la entrevista es la falta de preparación de Jose Luis ante el Mago Pablo Coelho el SUJETO seria PABLO Y EL OBJETO José Luis Perdomo y su entrevista.
REALIZACION
La realización inicial es de desunión, por lo tanto la situación final es de unión. El sujeto agente seria su astucia e interes.
La formula es S2:----(sv0)/ (s^0)
S2 sujeto agente -----------astucia
Accion realizada-----------adquirir conocimiento
S=SUJETO DE ESTADO ======EXPOSITOR
O=OBJETO VALOR=========CONOCIMIENTO
V=RELACION DE DESUNION
^=RELACION DE UNION
CAPACIDAD
Su astucia e interes acerca de la entrevista, por que cuando le dijeron hay que hacer una entrevista a Pablo Coelho.
Deber hacer. Como periodista que es uno tiene el deber de hacer lo que los jefes le pidan aunque uno no este muy preparado que digamos
Querer hacer. O atraverse hacer, ya que José Luis no tenia algún conocimiento de Pablo, y no había leído algún libro de el.
Poder hacer. Poder hacer la entrevista demuestra que tipo de periodista es, ya que muchos se niegan por el miedo de perder fama como periodista o escritor.
Saber hacer. Es muy valiente saber hacer una buena entrevista por que no es fácil aceptar hacer una entrevista de la cual no se tiene preparación y salir bien librado.
INFLUJO

COMPONENTE DESCRIPTIVO
PERSONAJES
PABLO COELHO. Para mi criterio un escritor que se le puede aprender mucho, porque es una persona que se nota que es muy sencillo, capaz, y no es presumido como muchos escritores que tienen dinero y lo presumen, el tiene dinero y es tan natural.
JOSE LUIS PERDOMO. Una persona quien la supo hacer muy bien en dicha entrevista porque aunque no tenia muchos conocimientos sobre Pablo, se noto su astucia en poder manejar una entrevista que estaba para 45 minutos lograr extenderla par 3 horas, como que es una persona muy capaz.

ESPACIOS: Se mencionan tres lugares: México, DF, donde fue la entrevista; Guatemala, donde se publico la revista y el salón de clases, 107, donde narro la trama. La oposición es México vrs. Salón 107. El salón es donde se realiza la actuación de los personajes racionales mientras que México es el lugar donde se realizan y generan las actuaciones de los instintivos.

TIEMPO:

Pasado Vrs. Presente

PASADO: La entrevista se realizo en el pasado hace muchos años, como José Luis Perdomo lo dijo cuando nosotros éramos unos niños.

PRESENTE: El tiempo en que se nos narro la trama en el salón, en la dramatización de cómo fue en aquel tiempo la entrevista, esta fue posible gracias a un actor falso.

OPOCICIONES

RAZON INSTINTO
Salón 107 México, DF
Presente Pasado
Querer Deber
Periodista profesional Periodista Ignorante
saber poder
valor incapacidad

domingo, 20 de abril de 2008

RAUL DE LA HORRA EL ESPEJO IRREVERENTE



En la Escuela de Ciencias de la Comunicacion, se realizó la presentacion del libro del autor Raul de la Horra, EL ESPEJO IRREVERENTE. la cual se llevo acabo en el edificio M2.

en dicha presentacion, se conto con la presencia del Director de la Escuela, Gustavo Bracamonte, Luis Perdomo, Carlos Velazquez, y por supuesto Raul de la Horra.

En dicha conferencia, todo empezo con la intervencion de Luis Perdomo, en la cual todos los que estuvimos presentes nos reimos, ya que decia muchas parabolas acerca del libro de Raúl de la Horra.

Lo malo de esa conferencia fue que no se hablo mucho acerca del libro, y lo bueno fue que respondio inquietudes de algunos estudiantes, acerca de las malas formaciones en la educacion, y que como solo tan solo tener influencias pueden llegar hacer periodista y sin tener tan solo un poco de preparacion.

Raúl de la Horra, en sus columnas, siempre dejan algo para reflexionar. El libro el Espejo Irreverente, es para los que estan orgullosos de ser guatemaltecos y chapines de corazon.

miércoles, 2 de abril de 2008

PRIMER EXAMEN PARCIAL. EL ECLIPSE


ARGUMENTO.

Fray Bartolomé Arrazola, pierde en la selva guatemalteca, al ver que ya no podia mas, se durmio, pero cuando desperto se vio rodeado por un grupo de indigenas, quienes lo querian sacrificar ante un altar, pero como ya tenía 3 años de vivir en estas tierras, eso le habia ayudado a entender angunas lenguas nativas, dijo algunas que le fueron comprendidas, pero en la cual trato de engañar a los indigenas, pero ellos sabían perfectamente lo que iba a suceder.


CONFLICTO.

El conflicto esta en la perdida de Fray Bartolomé Arrazola, en la selva guatemalteca.

SECUENCIA.

SITUACION INICIAL. El Fray Bartolomé, esta con vida

PROCESO. los nativoslo encuentran y lo tienen en cautiverio

SITUACION FINAL. Sacrifican a Fray Bartolomé Arrazola


OPOSICIONES

EL FRAY -------LOS NATIVOS

VERDAD--------ENGAÑO

LIBERTAD------PRISIONERO


TIEMPOS

el tiempo es de pasado a presente

ESPACIOS

la selva donde se perdio en Fray Bartolomé Arrazola

Altar, donde occurrian los sacrificios.

MENSAJE IDEOLOGICO

NO HAY QUE SUBESTIMAR AL ENEMIGO, ya que el Fray para salvarse intento engañar a los nativos, pero sin darse cuenta que ellos tenian todo eso ya apuntado en su calendario.

lunes, 31 de marzo de 2008

CASA TOMADA JULIO CORTAZAR




ARGUMENTO


2 hermanos solteros que habitan una casa antigua, la cual les fue heredada, lo hermanos son una mujer y un hombre, la mujer pasa mucho tiempo tejiendo en su tiempo libre y el otro es aficionado a la lectura francesa.




los dos llevaban su misma rutina diaria, en la mañana hacian la limpieza, a medio dia almorzaban, luego se dedicaban arealizar sus actividades favoritas.




pero un dia se ven en una gran dificultad, porque la casa esta siendo tomada poco a poco, empiezan con una parte y cuando menos se lo esperen esta tomada en su totalidad, y por este motivo se ven en la necesidad de abandonarla e irse a la calle.




CONFLICTO




TOMA DE LA CASA




SECUENCIA




SITUACION INICIAL. los hermanos tenian casa.


PROCESO. la casa es tomada


SITUACION FINAL. terminan sin casa




OPOSICIONES


ALEGRIA- TRISTEZA


INVASORES-DUEÑOS




ESPACIOS


Pais ARGENTINA


casa antigua,


comedor


biblioteca.


dormitorios,


pasillo


cocina,


living


baño,


zaguan.


puerta de roble




TIEMPO




Es en pasado porque cuenta lo que sucedio.




MENSAJE IDEOLOGICO




Que no hay que vivir solos, si no que tratar de hacer algo por su pueblo, pais, o barrio donde se vive, ya que ellos querian estar individualizados y sin importarles los demas.+






domingo, 16 de marzo de 2008

CONDUCTA EN LOS VELORIOS JULIO CORTAZAR


No vamos por el anís, ni porque hay que ir. Ya se habrá sospechado: vamos porque no podemos soportar las formas más solapadas de la hipocresía. Mi prima segunda la mayor se encarga de cerciorarse de la índole del duelo, y si es de verdad, si se llora porque llorar es lo único que les queda a esos hombres y a esas mujeres entre el olor a nardos y a café, entonces nos quedamos en casa y los acompañamos desde lejos. A lo sumo mi madre va un rato y saluda en nombre de la familia; no nos gusta interponer insolentemente nuestra vida ajena a ese diálogo con la sombra. Pero si de la pausada investigación de mi prima surge la sospecha de que en un patio cubierto o en la sala se han armado los trípodes del camelo, entonces la familia se pone sus mejores trajes, espera a que el velorio esté a punto, y se va presentando de a poco pero implacablemente. En Pacífico las cosas ocurren casi siempre en un patio con macetas y música de radio. Para estas ocasiones los vecinos condescienden a apagar las radios, y quedan solamente los jazmines y los parientes, alternándose contra las paredes. Llegamos de a uno o de a dos, saludamos a los deudos, a quienes se reconoce fácilmente porque lloran apenas ven entrar a alguien, y vamos a inclinarnos ante el difunto, escoltados por algún pariente cercano.


Una o dos horas después toda la familia está en la casa mortuoria, pero aunque los vecinos nos conocen bien, procedemos como si cada uno hubiera venido por su cuenta y apenas hablamos entre nosotros. Un método preciso ordena nuestros actos, escoge los interlocutores con quienes se departe en la cocina, bajo el naranjo, en los dormitorios, en el zaguán, y de cuando en cuando se sale a fumar al patio o a la calle, o se da una vuelta a la manzana para ventilar opiniones políticas y deportivas.

No nos lleva demasiado tiempo sondear los sentimientos de los deudos más inmediatos, los vasitos de caña, el mate dulce y los Particulares livianos son el puente confidencial; antes de medianoche estamos seguros, podemos actuar sin remordimientos. Por lo común mi hermana la menor se encarga de la primera escaramuza; diestramente ubicada a los pies del ataúd, se tapa los ojos con un pañuelo violeta y empieza a llorar, primero en silencio, empapando el pañuelo a un punto increíble, después con hipos y jadeos, y finalmente le acomete un ataque terrible de llanto que obliga a las vecinas a llevarla a la cama preparada para esas emergencias, darle a oler agua de azahar y consolarla, mientras otras vecinas se ocupan de los parientes cercanos bruscamente contagiados por la crisis. Durante un rato hay un amontonamiento de gente en la puerta de la capilla ardiente, preguntas y noticias en voz baja, encogimientos de hombros por parte de los vecinos. Agotados por un esfuerzo en que han debido emplearse a fondo, los deudos amenguan en sus manifestaciones, y en ese mismo momento mis tres primas segundas se largan a llorar sin afectación, sin gritos, pero tan conmovedoramente que los parientes y vecinos sienten la emulación, comprenden que no es posible quedarse así descansando mientras extraños de la otra cuadra se afligen de tal manera, y otra vez se suman a la deploración general, otra vez hay que hacer sitio en las camas, apantanar a señoras ancianas, aflojar el cinturón a viejitos convulsionados. Mis hermanos y yo esperamos por lo regular este momento para entrar en la sala mortuorio y ubicarnos junto al ataúd.

Por extraño que parezca estamos realmente afligidos, jamás podemos oír llorar a nuestras hermanas sin que una congoja infinita nos llene el pecho y nos recuerde cosas de la infancia, unos campos cerca de Villa Albertina, un tranvía que chirriaba al tomar la curva en la calle General Rodríguez, en Bánfield, cosas así, siempre tan tristes. Nos basta ver las manos cruzadas del difunto para que el llanto nos arrase de golpe, nos obligue a taparnos la cara avergonzados, y somos cinco hombres que lloran de verdad en el velorio, mientras los deudos juntan desesperadamente el aliento para igualarnos, sintiendo que cueste lo que cueste deben demostrar que el velorio es el de ellos, que solamente ellos tienen derecho a llorar así en esa casa.


Pero son pocos, y mienten (eso lo sabemos por mi prima segunda la mayor, y nos da fuerzas). En vano acumulan los hipos y los desmayos, inútilmente los vecinos más solidarios los apoyan con sus consuelos y sus reflexiones, llevándolos y trayéndolos para que descansen y se reincorporen a la lucha. Mis padres y mi tío el mayor nos reemplazan ahora, hay algo que impone respeto en el dolor de estos ancianos que han venido desde la calle Humboldt, cinco cuadras contando desde la esquina, para velar al finado.Los vecinos más coherentes empiezan a perder pie, dejan caer a los deudos, se van a la cocina a beber grapa y a comentar; algunos parientes, extenuados por una hora y media de llanto sostenido, duermen estertorosamente. Nosotros nos relevamos en orden, aunque sin dar la impresión de nada preparado; antes de las seis de la mañana somos los dueños indiscutidos del velorio, la mayoría de los vecinos se han ido a dormir a sus casas, los parientes yacen en diferentes posturas y grados de abotagamiento, el alba nace en el patio. A esa hora mis tías organizan enérgicos refrigerios en la cocina, bebemos café hirviendo, nos miramos brillantemente al cruzarnos en el zaguán o los dormitorios; tenemos algo de hormigas yendo y viniendo, frotándose las antenas al pasar.Cuando llega el coche fúnebre las disposiciones están tomadas, mis hermanas llevan a los parientes a despedirse del finado antes del cierre del ataúd, los sostienen y confortan mientras mis primas y mis hermanos se van adelantando hasta desalojarlos, abreviar el último adiós y quedarse solos junto al muerto. Rendidos, extraviados, comprendiendo vagamente pero incapaces de reaccionar, los deudos se dejan llevar y traer, beben cualquier cosa que se les acerca a los labios y responden con vagas protestas inconsistentes a las cariñosas solicitudes de mis primas y mis hermanas. Cuando es hora de partir y la casa está llena de parientes y amigos, una organización invisible pero sin brechas decide cada movimiento, el director de la funeraria acata las órdenes de mi padre, la remoción del ataúd se hace de acuerdo con las indicaciones de mi tío el mayor. Alguna que otra vez los parientes llegados a último momento adelantan una reivindicación destemplada; los vecinos, convencidos ya de que todo es como debe ser, los miran escandalizados y los obligan a callarse.


En el coche de duelo se instalan mis padres y mis tíos, mis hermanos suben al segundo y mis primas condescienden a aceptar a alguno de los deudos en el tercero, donde se ubican envueltas en grandes pañoletas negras y moradas. El resto sube donde puede, y hay parientes que se ven precisados a llamar un taxi. Y si algunos, refrescados por el aire matinal y el largo trayecto, traman una reconquista en la necrópolis, amargo es su desengaño. Apenas llega el cajón al peristilo, mis hermanos rodean al orador designado por la familia o los amigos del difunto, y fácilmente reconocible por su cara de circunstancias y el rollito que le abulta el bolsillo del saco.


Estrechándole las manos, le empapan las solapas con sus lágrimas, lo palmean con un blando sonido de tapioca y el orador no puede impedir que mi tío el menor suba a la tribuna y abra los discursos con una oración que es siempre un modelo de verdad y discreción.Dura tres minutos, se refiere exclusivamente al difunto, acota sus virtudes y da cuenta de sus defectos, sin quitar humanidad a nada de lo que se dice; está profundamente emocionado, y a veces le cuesta terminar. Apenas ha bajado, mi hermano el mayor ocupa la tribuna y se encarga del panegírico en nombre del vecindario, mientras el vecino designado a tal efecto trata de abrirse paso entre mis primas y hermanas, que lloran colgadas de su chaleco. Un gesto afable pero imperioso de mi padre moviliza al personal de la funeraria; dulcemente empieza a rodar el catafalco, y los oradores oficiales se quedan al pie de la tribuna, mirándose y estrujando los discursos con sus manos húmedas. Por lo regular no nos molestamos en acompañar al difunto hasta la bóveda o sepultura, sino que damos media vuelta y salimos todos juntos, comentando las incidencias del velorio. Desde lejos vemos cómo los parientes corren desesperadamente para agarrar alguno de los cordones del ataúd y se pelean con los vecinos que entre tanto se han posesionado de los cordones y prefieren llevarlos ellos a que los lleven los parientes.


domingo, 9 de marzo de 2008


A LA IZQUIERDA DEL ROBLE


A la izquierda del roble
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos
El secreto es apoyarse digamos en un tronco
y oír a través del aire que admite ruidos muertos
como en Millán y Reyes galopan los tranvías.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico siempre ha tenido
una agradable propensión a los sueños,
a que los insectos suban por las piernas
y la melancolía baje por los brazos
hasta que uno cierra los puños y la atrapa.
Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
ah pero las parejas que huyen al Botánicoy
a desciendan de un taxi o bajen de una nube
hablan por lo común de temas importantes
y se miran fanáticamente a los ojos
como si el amor fuera un brevísimo túnel
y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.
Aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble
(también podría llamarlo almendro o araucaria
gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo)
hablan y por lo visto las palabras
se quedan conmovidas a mirarlos
ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero es lindísimo imaginar qué dicen
sobre todo si él muerde una ramita
y ella deja un zapato sobre el césped
sobre todo si él tiene los huesos tristes
y ella quiere sonreír pero no puede.
Para mí que el muchacho está diciendolo
que se dice a veces en el Jardín Botánico.
Ayer llegó el otoño
el sol de otoño
y me sentí feliz
como hace mucho
qué linda estás
te quiero
en mi sueño
de noche
se escuchan las bocinas
el viento sobre el mar
y sin embargo aquello
también es el silencio
mírame así
te quiero
yo trabajo con ganas
hago números
fichas
discuto con cretinos
me distraigo y blasfemo
dame tu mano
ahora
ya lo sabés
te quiero
pienso a veces en Dios
bueno no tantas veces
no me gusta robar
su tiempo
y además está lejos
vos estás a mi lado
ahora mismo estoy triste
estoy triste y te quiero
ya pasarán las horas
la calle como un río
los árboles que ayudan
el cielo
los amigosy qué suerte
te quiero
hace mucho era niño
hace mucho y qué importa
el azar era simple
como entrar en tus ojos
dejame entrar
te quieromenos mal que te quiero.
No sé si alguna vez les ha pasado a usted
espero puede ocurrir que de pronto uno advierta
que en realidad se trata de algo más desolado
uno de esos amores de tánta lo y azarque
Dios no admite porque tiene celos.
Fíjense que él acusa con ternura
y ella se apoya contra la corteza
fíjense que él va tildando recuerdos
y ella se consterna misteriosamente.
Para mí que el muchacho está diciendolo
que se dice a veces en el Jardín Botánico.
Vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
sólo de a ratos parecíaque iba a vivir
que iba a vencernos
pero los dos fuimos tan fuertes
que lo dejamos sin su sangre
sin su futuro
sin su cielo
un niño muerto
sólo esomaravilloso y condenado
quizá tuviera una sonrisa
como la tuya
dulce y honda
quizá tuviera un alma triste
como mi alma
poca cosa
quizá aprendiera con el tiempo
a desplegarsea usar el mundo
pero los niños que así vienenmuertos de amor
muertos de miedo
tienen tan grande el corazón
que se destruyen sin saber
lovos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
y qué verdad dura y sin sombra
qué verdad fácil y qué pena
yo imaginaba que era un niñoy era tan sólo un niño muerto
ahora qué queda
sólo queda
medir la fe y que recordemoslo
que pudimos haber sidopara él
que no pudo ser nuestro
qué másacaso cuando llegue
un veintitrés de abril y abismo
vos donde estés
llevale flores
que yo también iré contigo.
No sé si alguna vez les ha pasado a usted
espero el Jardín Botánico es un parque dormido
que sólo despierta con la lluvia.
Ahora la última nube ha resuelto quedarse
y nos está mojando como alegres mendigos.
El secreto está en correr con precaucion
esa fin de no matar ningún escarabajo
y no pisar los hongos que aprovechanpara nadar desesperadamente.
Sin prevenciones me doy vuelta y siguen
aquellos dos a la izquierda del roble
eternos y escondidos en la lluvia
diciéndose quién sabe qué silencios.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.
Ustedes pueden irse.
Yo me quedo.