Hemos perdido aún este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
Mientras la noche azul caía sobre el mundo.
He visto desde mi ventana
La fiesta del poniente en los cerros lejanos.
A veces como una moneda
Se encendía un pedazo de sol entre mis manos.
Yo te recordaba con el alma apretada
De esa tristeza que tú me conoces.
Entonces, dónde estabas?
Entre qué genes?
Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?
Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.
Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.
Comentario
Este poema trata acerca de un amor quien tubo que alejarse de el pero la cual un hombre tiene una gran tristeza de que ella lo conoce pero tiene la esperanza de que ella regrese.
angela carolina saput coj
200617990
domingo, 2 de marzo de 2008
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